El Profesor T. imparte la última clase del curso académico. Les dice a sus alumnos que podría ser la clase más importante de sus vidas. El hecho de que dos rastros distintos de ADN fueran encontrados en la cuerda que el padre de T. presuntamente usó para colgarse, es prueba suficiente para reabrir el caso. Un exhaustivo análisis del cuerpo del padre de T. señala a un asesinato y no a un suicidio. Cuando se descubre que es el ADN del decano Walter De Paepe, se convierte en el principal sospechoso. Sin embargo, el decano mantiene su inocencia y niega cualquier intervención en el asesinato del padre de T. Éste recurre a Helena Gijselbrecht para averiguar qué recuerdos sobre el día de la muerte de su padre ha estado reprimiendo toda su vida. Mientras Saskia está nerviosa porque su novia está a punto de dar a luz y la madre de T. va de mal en peor.