Los hermanos Baudelaire se han quedado huérfanos. La mayor de los tres es Violet, que, a pesar de sus catorce años, es una inventora capaz de crear la cama que se hace sola o la armónica automática. Klaus, el segundo, devora libros, una pasión que los ayudará a sobrevivir durante las catastróficas desdichas que sobrevendrán a los hermanos tras la muerte de sus padres. La más pequeña de los tres, Sunny, es una niña adorable que se expresa a través de una serie de gritos que sólo Violet y Klaus entienden. Los ahora ricos hermanos Baudelaire son más intuitivos y perspicaces que los adultos que deben cuidar de ellos -como la tía Josephine, una viuda aterrada por casi todo, que vive en una vieja casona cerca del lago Lacrimoso- y hacen gala de esa inteligencia para enfrentarse al taimado conde Olaf, que, con sus astutos disfraces y terribles estratagemas, está decidido a hacerse con la fortuna familiar de los huérfanos.