Al final de la quinta temporada, Léa dejó a Paul una nota que hacía referencia a su matrimonio de hace 25 años, una forma sutil pero segura de decirle que estaba dispuesta a empezar de nuevo con él. Mientras esperaba una respuesta de Paul, Inés encontró la nota antes que él y la destruyó. Así, la sexta temporada se abre con un terrible malentendido entre Léa y Paul. Léa entiende el silencio de Paul como una negativa. Paul, por su parte, lo ignora todo y no entiende por qué Léa se distancia de él. Inés es la única que entiende lo que está pasando, temiendo que Paul y Léa acaben hablando entre ellos y comprendiendo lo que ha hecho. Tanto es así que, por instinto de protección, prisionera de la espiral que ha puesto en marcha, se encontrará desempeñando un papel cada vez más cuestionable. Verdaderamente enamorada, parece dispuesta a hacer cualquier cosa para proteger su futuro con Paul. Incluso si eso significa alejarla de Léa y su familia...