La película "High School" de Frederick Wiseman es un buen ejemplo de su acercamiento a lo que se denominó "cinéma-vérité" o "filmar la realidad", pero el director americano no sólo eligió el tema de su documental, sino que también seleccionó escenas y estimuló la acción de algunos de los personajes.Wiseman consiguió permiso para filmar en el vestíbulo, el auditorio, las clases y la cafetería de un instituto de Philadelphia, y mostrarnos así la vida de un instituto. El programa está dividido en 37 episodios y cada uno muestra las actividades que se llevan a cabo en un colegio de secundaria, tales como los ensayos del coro, las discusiones entre estudiantes y profesores, las actividades deportivas o las reuniones de los clubs.