En este nuevo programa de 'El Consultorio de Berto' no se ha utilizado ningún ser, que estuviera vivo, para realizar ciertas escenas que podrían parecer descabelladas. Es más, a un ser vivo como Andrés Fajngold se le trata especialmente bien pese a todo.Incluso tratamos bien al espectador del programa que nos consulta con toda impunidad si hay que arrimar cebolleta a su tía y a su abuela al bailar después de las cenas navideñas; al que, tumbado en el sofá de su casa, está preocupado porque el efecto secundario, tras la operación de una variz, es que ha perdido el poder de la erección… Y también al que, con una pachorra desmesurada, duda entre estudiar o confiar en las cartas del tarot para afrontar unas oposiciones. Aquí, menos a la inteligencia artificial, se trata bien a todo el mundo sea persona, animal o cosa.