Tras resolver un caso, el famoso detective belga Hércules Poirot decide volver a casa a bordo del lujoso Orient Express. Una noche, el tren queda atascado en la nieve y el señor Ratchett, un hosco millonario americano, muere apuñalado. Nadie ha entrado ni salido del coche cama, por lo que el asesino debe estar entre sus 12 ocupantes. La cosa se complica cuando Poirot descubre que todos los pasajeros del vagón tenían motivos para desear la muerte de Ratchett.