Melinda y Eli comprobarán que en el fondo del lago de Grandview yacen una decena de cadáveres, cuyas almas están realmente enfurecidas. Para ayudar a estos espíritus, primero tendrán que averiguar quienes son y cómo llegaron allí sus cuerpos. Los familiares de todos los difuntos, se tendrán que enfrentar a una noticia inesperada. Pero quizá este asunto no sea el mayor de sus problemas, ya que con la visita de Nikki a Sam, estará más preocupada por si Sam acepta finalmente casarse con ella. En poco tiempo, Sam tendrá que tomar una decisión concluyente sobre su vida personal.