No suponía más que un vuelo rutinario, al fin y al cabo, el hombre ya había pisado la Luna un año antes. Así, el 11 de abril de 1970, la nave espacial Apolo 13, con tres astronautas americanos a bordo, inicia un apasionante viaje hacia la Luna. Cincuenta y cinco horas más tarde, cuando la nave está a punto de llegar a su destino, una avería provoca una explosión en el espacio que le hace perder oxígeno, energía y el curso de la nave. Perdidos en medio de la nada, el comandante de la misión, Jim Lowell, lanza una escueta llamada de socorro: "Houston, tenemos un problema". Los astronautas se refugian en un módulo lunar concebido para dos personas y con oxígeno para dos días. Todo se convierte en una situación desesperada para los tres hombres. Completamente solos, a 205.000 millas de la tierra, los astronautas Jim Lovell, Fred Haise y Jack Swigert luchan por su supervivencia.