En el transcurso de una investigación, Mason Storm, un detective de Los Ángeles que trabaja siempre por su cuenta, realiza una grabación en la que capta cómo un matón es contratado por alguien para que asesine a una persona. Pero Storm no es capaz de captar una buena imagen de ese alguien. A pesar de ello, Storm telefonea a su compañero y le cuenta sus sospechas. Al parecer se trata de un plan de asesinato y corrupción política de alto nivel, y Vernon Trent, un ambicioso político de California, es quien lo dirige. Pero la charla telefónica es interceptada por otros policías, también corruptos, y el mismo Vernon Trent encarga su asesinato.Los asesinos van a su casa y tirotean a toda su familia. Su esposa Felicia muere y él y su hijo son dados por muertos. En el hospital, el propio O'Malley, un policía de asuntos internos amigo suyo que no le cree culpable y que ha sido ahora asignado al caso, descubre que no está muerto.